PADRE MIO, TE RECUERDO



1

Evocando recuerdos de antaño

puedo ver la figura de mi padre,

y tras sus pasos,

una niña muy segura

tomada de sus manos.

Eran tiempos dulces

divertidos y muy gratos,

cuando paseaba muy tranquila

siendo él vigila

de mis  primeros pasos.

¡Mi padre! ¡su sonrisa!

¡cuánto hoy extraño!

y aquella mirada tierna

de ojos azul claro;

y cuando me abrazaba

fuertemente entre sus brazos.

 

2

La calma y el sosiego

su rostro reflejaba

ni miedo, ni ansiedad

nuestra puerta atravesaba.

Si alguna vez pasó

la miseria en nuestra

casa, yo nunca me enteré;

¡nunca nos faltó nada!

 

3

Su frente siempre en alto

era el cielo que yo amaba;

Verte alegre era un gozo

que a todos contagiaba,

cuando tus canciones preferidas,

en la radio tú escuchabas.

De tus labios nunca

nos hirió palabra

cuando con autoridad

nuestras faltas señalabas.

 

4

¡Padre mío! cuanto extraño

tu presencia en nuestra casa,

todo crece en nuestra vida,

¡todo!, menos el amor de infancia;

¡Son recuerdos que atesoran

dulcemente nuestra alma!

 


Miriam Ramos Ramos