CANCION AMARGA



Nada turba mi ser, pero estoy triste.

Algo lento de sombra me golpea,

aunque casi detrás de esta agonía,

he tenido en mis manos las estrellas.

 

Debe ser la caricia de lo inútil,

la tristeza sin fin de ser poeta,

de cantar y cantar, sin que se rompa

la tragedia sin par de la existencia.

 

Ser y no querer ser...es la divisa,

la batalla que agota toda espera,

encontrarse, ya el alma moribunda,

que en el mísero cuerpo quedan fuerzas.

 

¡Perdóname, oh amor, si no te nombro!

Fuera de tu canción soy ala seca.

La muerte y yo dormimos juntamente...

Cantarte a ti, tan solo, me despierta.

 

 

Julia de Burgos



CANCION DESNUDA


 

Despierta de caricias,

aún siento por mi cuerpo corriéndome tu abrazo.

Estremecida y tenue sigo andando en tu imagen.

¡Fue tan hondo de instintos mi sencillo reclamo!

 

De mí se huyeron horas de voluntad robusta,

y humilde de razones, mi sensación dejaron.

Yo no supe de edades ni reflexiones yertas.

¡Yo fui la Vida, amado!

La vida que pasaba por el canto del ave

y la arteria del árbol.

 

Otras notas más suaves pude haber descorrido,

pero mi anhelo fértil no conocía de atajos:

me agarré a la hora loca,

y mis hojas silvestres sobre ti se doblaron.

 

Me solté a la pureza de un amor sin ropajes

que cargaba mi vida de lo irreal a lo humano,

y hube de verme toda en un grito de lágrimas,

¡en recuerdo de pájaros!

 

Yo no supe guardarme de invencibles corrientes.

¡Yo fui la Vida, amado!

La vida que en ti mismo descarriaba su rumbo

para darse a mis brazos



Julia de Burgos