JOSE P. H. HERNANDEZ

PUERTO RICO

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MADRIGALES


Madrigal

A unos Ojos Astrales

  

Si Dios un día cegara toda fuente de luz,

el universo se alumbraría

con esos ojos que tienes tú.

Pero, si lleno de agrios enojos

por tal blasfemia, tus lindos ojos

Dios un día te arrancase,

para que el mundo

con la alborada de tu pupila

no se alumbrase;

aunque quisiera, Dios no podría

tender la noche sobre la nada....

Porque aún el mundo se alumbraría

con el recuerdo de tu mirada!

 

  

Madrigal

Lema: En el jardín

 

Se engalanó el jardín con los primores

De tu incesante acopio,

Y tu planta de céfiro y de opio

Puso a soñar el alma de las flores,

Y el jardín engarzó en su maravilla

Las esmeraldas de tus ojos bellos,

Y eran de oro las mariposillas

Bajo el sol auroral de tus cabellos,

Sustanciación de luz y amor y arte,

Digna de esclavizar la diosa Astarte,

Marchabas tan radiosa,

Que un ruiseñor lloro sobre una rosa

Por no tener más trinos que brindarte.

 

  

Madrigal

Lema:  Para tus lindas manos

 

Cuando tus manos de rosa

sobre el teclado resbalas

diranse las dos alas

de una alondra melodiosa

invisible, misteriosa,

que vanamente mi anhelo

rebusca en largo desvelo

Y es que por capricho arcano

la alondra aletea en el piano

mientras canta desde el cielo.

 


Madrigal

 

Lema: Para tus manos de rosa de

celestial transparencia

 

Y la rosa más blanca y más hermosa

del jardín, a tus manos acercaste

y  su tersura y suavidad rozaste

con la seda sutil y vaporosa

de tu pálida mano.  Más la rosa,

tan roja y tan enferma se ha quedado,

que suponen las náyades y ondinas

que a causa de la envidia que le has dado

le desgarran el alma las espinas.

Aún en tu mano alabastrina miré

la cicatriz que te dejó su huella:

Tan suave como el beso de una estrella,

tan leve como el roce de un suspiro.



JOSE P. H. HERNANDEZ